La empresa líder en tecnología, proveedora de servicios de broadcasting, distribución y monetización de contenido de video digital en vivo y on demand, para dispositivos móviles e internet, fue la responsable del exitoso streaming a nivel global de la pelea del siglo de McGregor vs. Mayweather.

La noche del sábado 26/9 se dieron cita millones de fans en una audiencia sin precedentes para disfrutar de lo que se llamó The Money Fight en el T-Mobile Arena en Las Vegas, superando los 4.9 millones de compras de PPV.

La plataforma digital de NeuLion fue la elegida para administrar todos los aspectos de la transmisión para las compañías UFC^®, Sky Sports, Sky New Zealand and Eleven Sports Network.

Es ahí donde entró en juego la tecnología de streaming basada en la nube de NeuLion, tecnología ya probada por otros clientes como la NBA, NFL y Univision.

Chris Wagner, vicepresidente ejecutivo señaló en una entrevista realizada por Forbes, ”que una de las principales razones por las que el NeuLion es capaz de escalar para manejar a audiencias tan grandes es su sistema de gestión del tráfico, que automáticamente mueve los datos de vídeo a los carriles más rápidos. Por ejemplo, la tecnología de streaming de NeuLion es capaz de supervisar cuál de sus tres socios de la red de distribución de contenidos - Akami, Level 3 y Limelight - está operando más rápido en una región en particular y cambia el tráfico en consecuencia.”

Pero no solo del streaming se hizo cargo, también de la autenticación y compra de cada uno de los servicios contratados, supervisar el servicio a lo largo de todo e incluso manejar el servicio al cliente. NeuLion soporta una gran variedad de métodos de pago, desde tarjetas de crédito y carteras en línea como PayPal o prepagos, débitos directos y otras formas de pago que son más comunes a nivel internacional, esto para cada una de las cuatro compañías, además de entregar el contenido en los territorios que corresponden por licencia.      

Los fans sintieron que hablaban y operaban con UFC o SKY y esa es la señal de un trabajo bien hecho, cuando nadie se dio cuenta que estaban ahí.